martes, 15 de abril de 2008

La Carta

Santiago 09 de marzo de 2015

Estimado(a):

Te escribo para contarte que me encontré con el hermano de Javier, mientras tomaba un café y hablamos le las travesuras que hacíamos con su hermano en el colegio, y le conté del día que le hice los exámenes a Javier. Esa historia parece que no te la he contado, entonces ponte cómodo, es algo divertido:

Cursábamos el 6º básico, estábamos en fecha de exámenes finales y mi amigo estaba muy complicado con las notas, que tenía un promedio final muy bajo, y si no mejoraba sus exámenes corría el riesgo de repetir y por ende irse del cole, y eso yo no lo iba a permitir.

Llego la semana fatal, todos rendíamos exámenes, todos los alumnos ingresamos a la sala, nosotros estábamos muy pendiente de los lugares que la profesora nos iba asignando, quedamos una detrás del otro y por fortuna cerca de la pared, acomodamos las mochilas formando un pequeño bulto, mientras la profesora repartía los exámenes, la sala estaba en silencia sepulcral, y nosotros nos mirábamos para afinar los últimos detalles, mientras Javier fingía pensar las respuestas, yo por mi parte escribía lo más rápido que podía con lápiz mina, al terminar las preguntas de último examen que era el de Historia, ramo del cual mi amigo no entendía nada, le hice la seña y aprovechando que a la profesora se le cayo el libro de su mesa por estar registrando la lista en el libro del curso, y por benevolencia del destino se le cayo justo debajo de la mesa, por lo cual tubo que agacharse, fue justo en ese momento en el que cambiamos los exámenes, tratando de responder de forma muy distinta a la que había puesto en el examen de Javier, desarrolle mi adorado examen de Historia.

Al pasar dos semanas, tuvimos los resultados, gran alegría nos dio saber las notas, Javier había pasado a 7º básico, ese día celebramos en su casa y con un trozo de pastel, ya que en su familia la alegría fue inmensa, aun que para ser sincera no le tenían mucha fe en su casa, porque Historia era de lo que dependía, y como no era bueno, pero al final nos reímos mucho de lo que habíamos hecho.

Te preguntaras por qué te cuento esta historia su tu no conoces a Javier, te la cuento por qué, mi querido compañero de travesuras murió de una forma muy trágica, ya que su vida fue muy arriesgada, pero eso te lo cuento en otra carta, te parece.

Se despide tu Novia, un beso.

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