¿Todas las asignaturas son importantes? Al parecer, cuando uno está en plena época de efervescencia juvenil quinceañera, sólo se esmera en no tener rojos en asignaturas tales como Química, Matemáticas, Física, Historia y hasta por ahí no más Lenguaje; pero lo que respecta a ramos del área artística, físicos y de lengua extranjera el dejarse estar está a la orden del día, sólo importa pasarlos, y es más, una vez fuera de esta etapa colegial, uno suele arrepentirse por el NEM obtenido.
Si bien partí con una pregunta el presente escrito, pretendo dejarla abierta al debate, porque lo que me congrega ahora es relatar una de estas situaciones para así poseer ejemplos.
Una vez, en primer año medio, cuando me destacaba en ser uno de los capeadores por excelencia de mi colegio, al pedir salir del aula con la excusa de ir al baño, me pregunta en el patio el rector del colegio qué estaba haciendo allí, ya que debiera estar en clases, y yo le respondí que iba al baño, pero él, con un rostro rojo de rabia (aunque es relativamente rojizo de cara) me dice: ¡por qué entonces te veo jugando a la pelota con otro curso que está en educación física! Al suceder esto, sólo atine o apelé al recurso de la retórica, o mejor dicho “hacerle la pata” al rector, cosa que me costó un poco y creo que lo agravé más al decirle un típico argumento que uno da en estos casos: “ah, no se preocupe tanto rector, si sólo estaba en Artes Visuales, y no es tan importante ese ramo”, por lo que continuadamente el me respondió que todos los ramos son importantes y que no debo “sacar la vuelta”, pero esta situación, que cada vez más presentía que iría de mal en peor, se arregló al apelar a mi buen comportamiento y al uso de un adecuado manejo de dialogo, es decir, continuar con mi pateria para sacarme ese peso de encima. Así no se alteró más la situación y, el rector pudiendo anotarme al libro o llevarme a la sala para que “dialogásemos” juntos con el profesor, me logré zafar de esta situación y poder contarla sin pena ni culpa alguna, es más, como anécdota sin vergüenza, de esas típicas del colegio.
Continuando con esto de ramos importantes y otros no tanto, me referiré ahora al trato de estos profesores de las asignaturas “pasables”, no “importantes” o simplemente llamados “cachos”. El ejemplo clásico en mi colegio era el “Teacher”, que era objeto de omisión, burla y uno que otro que le prestaba atención, sobre todo cuando decía la palabra “prueba”. Todo esto puede haber sido por su apariencia calmada y senil o simplemente por el ramo en cuestión, ya que la sala se convertía en un verdadero patio, lo que no sucedía con los “cara de perro” de matemáticas y sus compañeros “las ciencias”, que medio establecimiento les temía, y los intelectuales barbones pasados a café y a cigarro de las humanidades en mi colegio, todo esto porque existe tanta presión tanto interna como externa sobre cómo a uno le va en estos ramos, que simplemente no sucede lo anteriormente comentado en los ramos, mal llamados, no importantes: y que ahora debo decir, bastante importantes.
Pedro Urdemales
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